Una mañana, nos disponíamos a contar el cuento "A dormir monstruos", cuando descubrimos que no estaba dónde lo habíamos dejado.
"¿Dónde estará?"
"¿Quién se lo habrá llevado?"
"¿Nos lo habrán robado...?
Estas y otras preguntas rondaban nuestras cabezas y no encontraban respuesta, así que decidimos pedir ayuda a la Agencia de detectives "Miller&Jones", una prestigiosa agencia reconocida por su rapidez en la resolución de casos y por la habilidad de sus agentes para pasar desapercibidos.
En riguroso silencio, como los profesionales que somos, comenzamos a recorrer los pasillos del colegio en busca de alguna pista.
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En la escalera que sube a los ordenadores encontramos unas misteriosas huellas. Para poder confirmar su origen, subimos al laboratorio de huellas y allí nos quedó claro que las huellas halladas pertenecían a una paloma. Ya teníamos la PRUEBA Nº 1.
Comenzábamos a bajar cuando la Agente Doha, descubrió unas plumas de color azul. ¡Plumas azules! ¿Alguien ha visto alguna vez palomas con plumas azules...?
La agente Andrea, muy profesional con sus guantes para no dejar huellas, etiquetó y embolsó las plumas como PRUEBA Nº 2.
Una nueva pista nos esperaba al final de la escalera. El agente Javier acababa de encontrar una extraña piña morada. PRUEBA Nº 3
Plumas azules, piñas moradas...¡Qué misterio!
Otra serie de huellas, idénticas a las halladas en la escalera, nos conducían hacia la biblioteca. También encontramos más piñas moradas, lo que nos hizo pensar que si queríamos encontrar el cuento desaparecido, debíamos encontrar el Bosque de los Pinos morados.
Decidimos entrar en la biblioteca, pero todo estaba muy oscuro. Era hora de encender las linternas
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Encontramos mas piñas moradas y mas plumas azules.
Estábamos cerca de resolver este misterio.
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Una nueva pista se presentaba ante nuestros ojos: el telón estaba echado, por lo que sospechamos que allí había "gato encerrado". Armados de valor, corrimos el telón y ¡SORPRESA!. Allí estaba nuestro cuento, junto con una nota de Gilda, la paloma bibliotecaria del Bosque de los Pinos morados.
Resulta que nadie nos había robado el cuento, sino que no lo habíamos devuelto el día que tocaba, y Gilda había ido a nuestra clase a buscarlo.
¡CASO RESUELTO, DETECTIVES!
Esta es una de las muchas actividades que realizamos en la clase de Educación Infantil 4 años, durante la Semana de la Literatura.